Toldo cofre
Los toldos de cofre son aquellos que disponen de una estructura de aluminio o cajetín de forma que, si están recogidos, resguardan los brazos y la lona, preservándolos de la lluvia, el sol y el polvo y, en consecuencia, alargando en casi el doble su vida útil, permitiendo que conserve un buen aspecto durante más tiempo.
Estos toldos pueden ser también manuales o automáticos (con interruptor o mando a distancia), aunque lo recomendable será que sea de estos últimos si su tamaño es mediano o grande.
Como modalidad intermedia existe además el toldo semicofre, que cubre la lona y la estructura, pero solo en parte.
En cuanto a las ventajas de este tipo de toldo, podemos enumerar las siguientes:
- Estéticas, ya que cuando están plegados pasan desapercibidos. Además, conservarán una buena apariencia por más tiempo.
- Económicas: duran casi el doble que uno sin cofre al replegarse sobre sí mismos y proteger sus elementos, lo que a la larga le supondrá un ahorro.
- Comodidad: Se pueden motorizar.
- Funcionales: Al ocultar por completo su mecanismo, permite disfrutar de todas diáfanas y/o hace que las fachadas queden liberadas.